926952525
Ver Cesta
0
0,00 €

3 mitos sobre el binomio zapatillas minimalistas y técnica de carrera

13Junio2018
3 mitos sobre el binomio zapatillas minimalistas y técnica de carrera
Desmentimos 3 mitos sobre la relación entre zapatillas minimalistas y la técnica de carrera.
zapatillas-minimalistas-tecnica-carrera

 

 Para los defensores del barefoot, la técnica de carrera y las zapatillas minimalistas forman un matrimonio que no admite fisuras. Con la colaboración del podólogo deportivo especializado en biomecánica Albert Casas nos proponemos desmentir esta relación inquebrantable.

El marketing no es ajeno al mundo del running y muchas de las compañías del mercado que apuestan por zapatillas minimalistas añaden en su campaña de promoción que dichos modelos nos harán mejores corredores y corredoras.

 

Sin embargo, “correr bien y con una buena técnica de carrera es un puzzle demasiado complejo como para reducirlo todo a la simple de acción de calzarnos un modelo de zapatilla u otro y, automáticamente, pasar a correr mejor y a optimizar nuestro rendimiento y sin padecer lesiones”, afirma Casas con un tono de reproche evidente.

En este sentido, el responsable de Clinik Podologia quiere desmentir 3 mitos que relacionan la técnica de carrera y las zapatillas minimalistas para demostrar que en esta relación hay más fisuras que certezas.

MITO 1: CAMBIAR A LAS ZAPATILLAS MINIMALISTAS ME HARÁ CORRER AUTOMÁTICAMENTE DE MEDIOPIE

Para dejar por los suelos este mito, el especialista nos pone como ejemplo una investigación reciente de la Universidad de Carolina del Norte. Un grupo de investigadores hizo un estudio con 35 corredores que usaban calzado minimalista. Les preguntaron si apoyaban de talón de antepie cuando corrían. Y hubo unanimidad en el resultado. Todos, los 35 runners, respondieron lo mismo: su contacto con el suelo, su apoyo, se realizaba con la zona del antepie. Ahora bien, tras llevar a cabo el estudio (y ser grabados por cámaras de alta velocidad), éste puso de manifiesto que sólo una de cada tres parte de ellos apoyaba realmente de antepie. Y el resto, dos de cada tres, entraba en contacto con el suelo con la zona del talón.

Por lo tanto, “este estudio es una buena muestra que llevar unas zapatillas minimalistas o con drop bajo requiere de un aprendizaje” y no sólo por calzarnos unas zapatillas de este tipo “pasaremos a correr con una buena técnica sin mediar de un proceso de adaptación y aprendizaje que incluya aspectos importantes como la extensión de cadera”, asevera Albert Casas. Y añade en este último punto que “la extensión de cadera se produce cuando al correr levantamos la pierna hacia atrás y, si lo hacemos de forma correcta, vamos a dar las herramientas necesarias a nuestro pie para que se detenga justo por debajo de nuestro centro de masas” y, por lo tanto, nuestro contacto con el suelo sea con la zona del antepie.

MITO 2: LAS ZAPATILLAS MINIMALISTAS REDUCEN EL IMPACTO CON EL SUELO Y PREVIENEN LESIONES

Tal y como ha quedado suficientemente probado en la negación del primer mito, “utilizar zapatillas minimalistas no nos convierte en corredores de mediopie o antepie ipso facto”, remarca el experto.

Por lo tanto, y atendiendo a la literatura científica, “si seguimos entrando de talón con el uso de unas zapatillas minimalistas, la fuerza vertical puede llegar a ser de hasta un 37% más alta que con un calzado tradicional”. De este modo, si seguimos corriendo de talón con unas zapatillas minimalistas, “tendremos más probabilidades de sufrir una lesión”, advierte el podólogo.

Una de las claves para reducir las fuerzas de impacto “es aterrizar debajo de nuestro centro de masas, algo que no se consigue por el sólo hecho de calzar un determinado tipo de zapatillas”, explica. Así pues, nos cuenta que “para conseguir que las fuerzas de impacto con el suelo sean menores podemos mejorar nuestra cadencia y, gracias a esto, minimizar las fuerzas de reacción del suelo contra nuestro cuerpo”.

MITO 3: LAS ZAPATILLAS MINIMALISTAS TE HACEN MÁS EFICIENTE

La mayoría de estudios sobre la materia señalan que el peso de las zapatillas que usamos para correr sí influye en la eficiencia de carrera. Siguiendo con esta lógica, cuanto más pesada sea una zapatilla, menos eficientes seremos cuando corramos con ella. De esta relación podríamos aseverar que las zapatillas minimalistas son más eficientes que las zapatillas más amortiguadas clásicas. No obstante, Albert Casas comenta que “si comparamos las zapatillas minimalistas con unas zapatillas voladoras de 10mm de drop, nos daremos cuenta que obtenemos los mismos resultados”. Por lo tanto, de ello podemos inferir que “las zapatillas minimalistas no te hacen más eficiente”.

Mensajes engañosos

Llegados a este punto, cabe mencionar que lo anteriormente comentado no tiene nada que ver con estar a favor o en contra del uso de las zapatillas minimalistas. “Pero sí tiene que ver con los mensajes que se lanzan por parte de algunas marcas y de algunos gurús del mundo del atletismo minimalista que argumentan que todos los males del corredor y corredora se terminan con el uso de unas zapatillas minimalistas”.

En la misma dirección, Casas añade que “tampoco se soluciona todo calzándose unas zapatillas muy amortiguadas”. Todo es mucho más complejo: “No se puede reducir tanto, ya que las zapatillas son sólo una parte de la ecuación en la que hay diferentes ingredientes como la postura, la extensión de la cadera, la fuerza muscular, la activación muscular, la cadencia, la propiocepción, etc.”.

Y es que nunca hay que caer en la trampa “que un zapato específico pueda curar todos los males que sufre un runner”, concluye el experto en podología.

Fuente: cmdsport.com

 

 

Política de Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para proporcionar un inicio de sesión seguro, para ayudarnos a optimizar nuestros servicios y su experiencia mediante el análisis estadístico de sus hábitos de navegación y así poder ofrecerle contenidos y servicios de su interés. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información en nuestra POLÍTICA DE COOKIES.